Las empresas de residuos sólidos están encontrando nuevos usos para los drones dentro de su industria. Uno de los más frecuentes es la toma de fotografías o la realización de vídeos de grandes instalaciones de reciclaje, donde estos aparatos pueden localizar zonas poco accesibles para permitir la solución de problemas.

Anne Germain, directora de tecnología de residuos y reciclaje del National Waste & Recycling Association, afirma que "se prevé que los aviones no tripulados dispondrán de dispositivos GPS, cámaras de imagen térmica y sensores para monitorizar lugares que podrían ahorrar los costosos trabajos que se realizan actualmente a pie sobre terrenos accidentados".

David Biderman, director ejecutivo de la Asociación de Residuos Sólidos de América del Norte señala que los drones  son cada vez más utilizados en instalaciones de eliminación de desechos con el fin de proporcionar imágenes en tiempo real de lo que está sucediendo en estos lugares, ya que “ayudan a los operadores de vertederos a maximizar el espacio aéreo, evaluar la estabilidad de las pendientes y monitorizar las operaciones de sus instalaciones en cuanto a erosión, líquidos estancos y puntos calientes", y, añade, “son particularmente útiles para realizar evaluaciones de daños después de acontecimientos meteorológicos importantes”. Los datos aportados por drones resultan “más eficientes, más baratos y precisos”  al tiempo que “reduce los riesgos para el personal que de otro modo estaría obligado a cruzar un terreno irregular."

Sin embargo, no todos ven el empleo de esta tecnología de manera positiva. "Los drones también crear preocupaciones sobre la privacidad, seguridad y protección, puesto que pueden volar sobre la propiedades privadas sin los permiso oportunos" dice Germain. A esto debemos sumar el elevado coste de su uso, aunque como indica Biderman, "a medida que el coste de la tecnología disminuya, que veremos una expansión en el uso de drones en la industria de residuos".Seguir leyendo

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