En el año 2008, el 44% de los españoles consideraba que el cambio climático era un problema al que se le daba menos importancia de la que tenía. Catorce años después, lo piensa ya el 71% de los ciudadanos. No es el único dato recogido en la encuesta publicada por la Fundación BBVA con motivo del Día Mundial del Medio Ambiente que refleja un notable aumento en el interés y la preocupación de la sociedad española por la salud de nuestro planeta.

El estudio, denominado Valores, actitudes y conducta medioambiental de los españoles, radiografía tanto los conocimientos y percepciones de la sociedad sobre las cuestiones vinculadas al cambio climático y la biodiversidad como las conductas que llevamos a cabo para reducir su impacto.

Un aspecto destacado es que la mayoría de los entrevistados percibe el cambio climático como un reto más grave que el coronavirus (con una media de 7,2 en una escala de acuerdo del 0 al 10) y hay un amplio consenso (una media de 8,1 en una escala de acuerdo del 0 al 10) sobre la necesidad de actuar con la misma rapidez en la lucha contra el cambio climático que como se ha hecho con la pandemia.

Para hacer frente al cambio climático reclaman grandes acuerdos internacionales y más iniciativas tanto del Gobierno como de la Unión Europea, y la mayoría es partidaria de la inversión en economía verde a la hora de la recuperación económica.

De la encuesta se desprende también que cada vez sabemos y hablamos más sobre el cambio climático. Así, la mitad de los entrevistados asegura que es un tema de conversación recurrente en su entorno, con amigos y familiares, lo que supone el doble de quienes lo hacían en 2005. De hecho, casi ocho de cada 10 personas creen que el calentamiento global está teniendo ya consecuencias en España.

También hay consenso sobre la obligación que tienen los seres humanos para preservar la diversidad de plantas y animales, mientras que obtienen baja aceptación ideas como "las plantas y los animales existen para ser usados por los seres humanos" o "el crecimiento económico es más importante que la protección de la naturaleza".

´´EL MUNDO´´